DIOS TAMBIÉN TIENE REDES SOCIALES
El otro día
andando por el mundo del internet, me topé con un video en el que una chica
contaba como unas simples palabras de un extraño (el cual le hablaba por medio
de un audiolibro) hacían que ella se levantara motivada a las 05:00 de la
mañana. Esas palabras decían:
“¿Qué pasa si vives cada día, de la manera en la que estás ahora? Y cuando mueras, hablas con Dios. Y Dios desliza un papel sobre la mesa, y te dice: ‘esto es lo que se suponía que podías ser, esto es lo que podrías haber hecho, ¿qué pasó?’ Pensar en la persona que se suponía podía ser y en todas mis excusas persiguiéndome por el resto de mi vida, es mucho más aterrador que levantarme a las 05:00 de la mañana.”
Hey hey! Ha
pasado tiempo y han pasado cosas y temporadas y situaciones y yo al fin vuelvo
a uno de mis rinconcillos favoritos en esta tierra. Aquellas palabras que leíste
hace un momento, hicieron un “boom” total en mí la primera vez que las escuché en
esa tarde en la que la motivación estaba completamente nula. Esas simples
palabras fueron más que suficiente para que ese día me diera cuenta que, a
veces, Dios también tiene redes sociales y nos habla por ahí directamente.
Con este mundo
tan apresurado, vivir porque si es un hábito que hemos adoptado de maravilla:
andamos con sueños, pero con mil excusas; con cosas por hacer, pero sin
ganas; con ilusiones, pero con miedo; Dios tiene que buscar una forma para
que le pongamos atención ¿no es así? Probablemente lo primero que pienses es
que no, que no debe ser así, que nosotros debemos ser quiénes lo busquemos,
pero ¿cómo es eso posible si solo escuchamos lo que nos dicen en internet?
Siento que a
veces Diosito quiere recordarnos que nunca nos deja solos: que Él está, aunque
nos olvidemos y que Él escucha, aunque no le hablemos. Que todas esas cosas que
vemos en internet como fotos o frases o esas veces en que nos topamos con una
canción que enciende el alma; todas esas cosas que nos abrazan en medio del
caos son, probablemente, eso a lo que muchos llaman “señales divinas”, esas señales que debemos aprender a captar.
Tal vez todo esto que te estoy contando te suene muy curioso. Es decir, pensar que Dios también tiene redes sociales, metafóricamente hablando, y que cuando uno va
por la vida buscando respuestas (consciente o inconscientemente) o cuando uno
siente que ya no da más, ¡pum! eso
que tanto necesitábamos escuchar, leer, saber, de repente llega en un día en el que
simplemente estabas revisando las publicaciones de los amigos, paseando por las historias de Instagram o viendo un
TikTok de una extraña en la que compartía un fragmente de un audiolibro.
Y, siendo sinceros, no es un secreto que los caminos y
los tiempos de Dios siempre van a ser curiosos para nosotros; que a veces nos vamos
a desesperar y que otras veces, cuando no queramos hablar, Él simplemente aparecerá
de esa manera tan inexplicable para darnos aliento. Escuchar un “hey! estoy aquí, no te
preocupes que todo va a estar bien, confía en mí” de su parte siempre traerá paz, porque todo llega justo cuando debe de llegar y porque todo sucede en su voluntad. No desistas.
Sin más que decir, me despido por el momento. No te olvides de brillar mucho, de disfrutar vivir y de soñar en grande. Que la mejor de mis vibras llegué hasta tu casita y que las bendiciones nunca falten.
¡Nos vemos en el próximo post!
- Ivanna


0 comentarios