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CHARLAS DE AMOR

Ha pasado más de un año desde la última vez que me senté en frente de mi laptop para escribir un poco y, sin mentir, es un poco melancólico volver a ello. El tiempo ha pasado en un segundo y ahora tengo un año más de vida: ¡ayer fue mi cumpleaños número 23 y aquí voy de nuevo! Lista para nuevos sueños y nuevas charlas; porque muchas cosas han cambiado pero lo que se lleva en el alma desde un inicio, sigue brillando.

Hey hey! Es un gusto saludarte otra vez y poder escribirte en este nuevo post que me llena de ilusión 🥰 Desde hace un tiempo tengo en mente escribir en base a un podcast que escuché hace unos días sobre un chico contando ciertas lecciones que la vida le ha dejado en sus años de vida. Analizando un poco sobre ello, quiero compartir también algunas de las lecciones que la vida me ha ido dejando en este tiempo:

1) Cada uno ama y da a su manera. Esto es algo que he aprendido con el pasar de los tiempos: no puedo esperar a que los demás den y amen como yo lo hago, ¡porque jamás va a pasar! Y el estar esperando algo que nunca llega genera más decepciones que alegrías.

2) Las cosas simples son las que más feliz nos hacen. No es un secreto que lo simple de la vida es lo que menos se aprecia, pero lo que más llena. Apreciar el amanecer, la risa con los amigos, la lluvia, la comida, el “no hacer nada” con una buena compañía, el apoyo de la familia, un buen libro… Todo lo pequeño y simple de la vida llena el alma de una forma tan maravillosa, que no me cuesta entender porque Dios no lo da con tanta facilidad.

3) Conseguir lo que uno quiere, trabajar por los sueños y levantarse del suelo: cuesta muchísimo. Ninguna persona exitosa ha llegado a donde está de la forma fácil (dicen que lo que fácil llega, fácil se va), al contrario, les ha costado un montonal, pero sé que ha valido la pena: porque esforzarse por lo que uno quiere, dejará siempre un sabor dulce en la boca.

4) Todos tenemos el mismo fan número 1. ¡Este punto me llena el alma! Saber que siempre hay alguien allá arriba echándonos porras es muy reconfortante, porque nos cree capaz de hacer hasta lo que pensábamos era imposible y porque nos dio la fuerza para ello.

5) Las estrellas siempre escuchan y, aquí o en China, son las mismas. Este punto es como un friendly reminder de que no estamos solos como creemos y que, si nos sentimos así, basta con mirar el cielo nocturno para sentir esa calidez en el alma.


6) La familia es el mejor amuleto para los malos tiempos. Creo firmemente que el apoyo que la familia brinda es lo más reconfortante que hay y que su amor es como una súper curita para los días malos. Saber que están ahí, de una forma u otra, es tener suerte.

7) La forma de amar de Dios: tan sencilla, franca y fuerte. Si nos ponemos a pensar sobre ello, es algo curioso como existe alguien que nos ama de tal manera que no importa lo que hagamos, siempre nos verá como su creación más bonita. Aprender y saber como sentir ese amor, donde verlo y donde escucharlo es uno de los mejores consejos que les puedo dar.

8) Las personas que llegan a ti y tienen un ciclo en tu vida. Sean amigos, parejas o familiares, la mayoría de las personas tienen un ciclo en nuestra vida y, aunque cueste creerlo, todas se llevan un pedacito de nosotros para dejarnos una huella. Lo que me lleva al siguiente punto.

9) Los amigos reales, son muy pocos. Esto es algo que he últimamente he estado analizando mucho: antes creía tener muchos amigos que estarían para mí en todo momento, pero no es así. Creo que los amigos reales son con los que uno puede ser frágil y mostrarse como realmente es sin miedo a ser juzgado, riendo sin parar por horas. Los amigos reales están llenos de magia que nos impulsa a todo, ¿lo sorprendente? Tener que reconocer quien sí y quien no.

10) Todo pasa aunque sintamos morir en el trayecto. Aquello que nos abruma y preocupa tanto, siempre pasa. Aquello que nos da dolor y nos lastima, siempre sana. Y aquello que no entendemos, siempre suma y nos ayuda a crecer.

Todo esto es un poco de lo que he aprendido en este tiempo y, es curioso, pero en cada uno de los puntos sentí que Él estuvo ahí. Los recuerdos llegaron a mi mente con cada palabra que escribí hoy y es bonito saber que todo fue posible gracias a Dios. Sé que me falta mucho por aprender y conocer, no sé qué cosas llegarán a mi vida y que más va a pasar, sin embargo; de lo único que estoy segura es que lista para ello con todo y mis miedos. 

Sin más que decir, me despido por el momento. No olvides tener un corazón amable, lleno de luz propia; deja huella con tu esencia, sueña en grande y que las bendiciones nunca falten. 

¡Nos vemos en el próximo post! 

- Ivanna

El otro día mientras hablaba con un amigo, le comentaba que son varios borradores los que tengo para mí blog; borradores que probablemente salgan a la luz en unos meses o nunca se vean, sea como sea, este es uno de ellos. Hey hey! 🤓 ¿Cómo estás? Es bueno estar aquí otra vez contigo 😊💓

Siendo sincera, y creo que ya te había contado en otro post, no soy una persona que exprese a los demás cuando se siente mal (aunque ando trabajando en ello). Usualmente me lo trago y lo dejo pasar hasta que todo se junta. Así que no te saques de onda por lo que estas a punto de leer porque necesito sacar ya todo eso que llevo dentro y que mejor manera que escribiendo.

Han pasado algunos días desde que he andado por ahí con mi corazón lleno de agujeritos (tal cual como dice aquella canción que me gusta tanto), días en los que he pasado un poco de insomnio pensando cosas sin sentido y días en los que he estado de un humor especialmente irritable. Sin mentiras y siendo directa: me he sentido triste, cansada de todo y, a ratos, sola un poco. Han sido “días grises” y, al mismo tiempo, buenos.

A pesar de sentirme tan pequeña como un grano de arena en esa playa tan extensa, no puedo jugar tanto a la víctima si mi yo interna siempre encuentra ese rayito de luz que me calienta el alma. Como bien sabes, hace una semana celebrábamos los Días Santos y tuve la oportunidad de organizar y vivir la Pascua Juvenil Online 2021 junto con mis amigos de la Iglesia. Después de un año, ¡volví a ver la carita de esas personas tan chulas y que estimo tanto! Pude conocer nuevas caras, sentirme como en casa y, sobre todo, me volví a conectar conmigo y con Diosito.


Como es costumbre mía, voy a hacer una pausa y te explicaré porque todo lo anterior. Si bien te mencione todas esas emociones no tan agradables que me han perseguido durante los últimos días, no puedo ignorar el hecho de que todo esto me lleva siempre al mismo lugar. Esté en China o México, bailando o leyendo; siempre que hay caos en mí o en mi vida, el rayito de luz que sale a guiarme, siempre me lleva al mismo lugar: Jesús.

Jesús es la respuesta que tengo siempre, a todo. Su amor tan puro y real es como un gran abrazo que calma tanto el alma, es impresionante sentirlo tan cerca de maneras tan imprevistas: con las risas de mi familia reunida, las bromas de mis amigos, los “¡que gusto verte después de tanto!” o “te quiero mucho”, los días en casa de mi abuela, el amor sincero que me da la gente, la comida deliciosa que puedo compartir y mi yo fuerte que me motiva siempre a seguir. ¡Ay caramba! ¡De verdad que es bonito sentir amor en cosas tan sencillas!

¿Puedes entender mejor porque los mencionados “días grises” se vuelven tan insignificantes para mí cuando lo pienso? Con tantas bendiciones y cosas buenas que tengo, hablar sobre lo malo no me apetece en lo más mínimo y más si las emociones siguen tan recientes.


Ya va, que no estoy diciendo que sea malo todo esto, quiero decir: ¡es normal! Sería raro que nunca lo sintiera, sin embargo (y desde mi perspectiva), yo, Ivanna, no puedo quedarme estancada con ello. ¡Hasta Gustave Flaubert lo dijo también! Ese escritor francés dijo que la tristeza es de tenerle cuidado porque se vuelve un vicio; eso y que Jesús no me deja estar con ella tanto tiempo hacen que lo guarde aún más para mí y, al mismo tiempo, lo deje ir así sin más.

Ese amigo mío tiene algo que no me suelta, porque, aunque me esconda debajo de una piedra, me encuentra. Llámame loca religiosa si quieres, pero estoy firmemente segura que Él también es tu respuesta para ese caos que se forma con la tormenta. Déjate empapar de su amor como yo lo hice con esos momentos tan instantáneos, abre tu corazón, desplómate en sus brazos y dile fuerte que estás listo: para caminar juntos, para bailar en la oscuridad, para brindar por lo bueno y para sentir ese rayito de luz.

Finalmente, no puedo dejarte ir aún sin darte algunos “spoilers” para tu vida. El primero de ellos: no estás solo, nunca lo estas ni lo vas a estar, aunque sientas que el mundo se te cae encima; porque no solo tienes a Jesús, también tienes a la familia, los amigos, la música, las risas y la buena comida para sanar el alma. El segundo: tú puedes con todo, que nadie te haga sentir lo contrario; inhala y exhala porque cuando sientas que ya no das más es cuando viene el paso final. Por último: el arcoíris siempre sale después de esa tormenta tan grande para brillar con más fuerza.

Sin más que decir, me despido por el momento. No te olvides de brillar mucho, de disfrutar vivir y de soñar en grande. Que la mejor de mis vibras llegué hasta tu casita y que las bendiciones nunca falten 😊✨

                              ¡Nos vemos en el próximo post! 

                              - Ivanna 


PD: gracias por leer esto, por llegar al final y por ver un poco de todo; estoy bien, mejor de lo que pensé que iba a estar al acabar de escribir.

El otro día andando por el mundo del internet, me topé con un video en el que una chica contaba como unas simples palabras de un extraño (el cual le hablaba por medio de un audiolibro) hacían que ella se levantara motivada a las 05:00 de la mañana. Esas palabras decían:

“¿Qué pasa si vives cada día, de la manera en la que estás ahora? Y cuando mueras, hablas con Dios. Y Dios desliza un papel sobre la mesa, y te dice: ‘esto es lo que se suponía que podías ser, esto es lo que podrías haber hecho, ¿qué pasó?’ Pensar en la persona que se suponía podía ser y en todas mis excusas persiguiéndome por el resto de mi vida, es mucho más aterrador que levantarme a las 05:00 de la mañana.”

Hey hey! Ha pasado tiempo y han pasado cosas y temporadas y situaciones y yo al fin vuelvo a uno de mis rinconcillos favoritos en esta tierra. Aquellas palabras que leíste hace un momento, hicieron un “boom” total en mí la primera vez que las escuché en esa tarde en la que la motivación estaba completamente nula. Esas simples palabras fueron más que suficiente para que ese día me diera cuenta que, a veces, Dios también tiene redes sociales y nos habla por ahí directamente.


Con este mundo tan apresurado, vivir porque si es un hábito que hemos adoptado de maravilla: andamos con sueños, pero con mil excusas; con cosas por hacer, pero sin ganas; con ilusiones, pero con miedo; Dios tiene que buscar una forma para que le pongamos atención ¿no es así? Probablemente lo primero que pienses es que no, que no debe ser así, que nosotros debemos ser quiénes lo busquemos, pero ¿cómo es eso posible si solo escuchamos lo que nos dicen en internet?

Siento que a veces Diosito quiere recordarnos que nunca nos deja solos: que Él está, aunque nos olvidemos y que Él escucha, aunque no le hablemos. Que todas esas cosas que vemos en internet como fotos o frases o esas veces en que nos topamos con una canción que enciende el alma; todas esas cosas que nos abrazan en medio del caos son, probablemente, eso a lo que muchos llaman “señales divinas”, esas señales que debemos aprender a captar.

Tal vez todo esto que te estoy contando te suene muy curioso. Es decir, pensar que Dios también tiene redes sociales, metafóricamente hablando, y que cuando uno va por la vida buscando respuestas (consciente o inconscientemente) o cuando uno siente que ya no da más, ¡pum! eso que tanto necesitábamos escuchar, leer, saber, de repente llega en un día en el que simplemente estabas revisando las publicaciones de los amigos, paseando por las historias de Instagram o viendo un TikTok de una extraña en la que compartía un fragmente de un audiolibro.


Y, siendo sinceros, no es un secreto que los caminos y los tiempos de Dios siempre van a ser curiosos para nosotros; que a veces nos vamos a desesperar y que otras veces, cuando no queramos hablar, Él simplemente aparecerá de esa manera tan inexplicable para darnos aliento. Escuchar un “hey! estoy aquí, no te preocupes que todo va a estar bien, confía en mí” de su parte siempre traerá paz, porque todo llega justo cuando debe de llegar y porque todo sucede en su voluntad. No desistas. 

Sin más que decir, me despido por el momento. No te olvides de brillar mucho, de disfrutar vivir y de soñar en grande. Que la mejor de mis vibras llegué hasta tu casita y que las bendiciones nunca falten.

                              ¡Nos vemos en el próximo post! 

                              - Ivanna 


¿Alguna vez has sentido también la emoción por las vísperas navideñas? ¿Ese sentir de que todo puede pasar y que los tan nombrados "milagros navideños" están presentes por doquier? Hey hey! Esta vez sí que ha pasador un laaargo tiempo desde que pasé por estos rumbos y, de verdad, lo lamento. Sin embargo; y sintiéndome emocionada por escribir de nuevo, me encuentro otra vez en este rinconcito que tanto me llena. La Navidad está cerca y, por ende, las vísperas navideñas están a la vuelta de la esquina, tocándonos la puerta.

Ya va, no sé si te has dado cuenta, pero tengo una especial alegría (y con esto me refiero a que me emociona y soy aún más feliz) por todo esto que viene; me hace pensar que al final del día la alegría sigue por las cosas más pequeñas, que el amor aún existe cuando dos desconocidos se observan y que las familias siempre serán el cemento de uno. Estas épocas, sin duda alguna, me hacen creer tanto, que me atrevo a decir que mi fe se vuelve mágica y brilla aún más.


Para nosotros los católicos, estas fechas significan mucho, la llegada de mi buen amigo está cerca y la humanidad se prepara para recibirlo en sus casas, así de sencillo, así de bonito; estas fechas significan familia, amor, paz, luz y esperanza, significan renovar el alma. Las vísperas navideñas, creo yo, se han vuelto algo muy importante para los creyentes y los que no lo son: es el momento perfecto para dar sin esperar nada a cambio. Si le preguntamos a un niño lo que significa para él la Navidad, probablemente nos dirá que es una época de dar obsequios, de comer rico, de pedir deseos y de cantar villancicos (eso sin olvidar las pastorelas que las escuelas preparan); pero, si le preguntamos a un joven o a un adulto ¿qué crees que nos diría?

Si son como yo, amantes de la Navidad y creyentes del brillo que desborda, probablemente te dirán que la Navidad es color y familia unida y amigos para brindar y comida por degustar y noches en las cuales se sueña más y música que hace vibrar ¡oh! y mi parte favorita: ¡las películas navideñas románticas! Tal vez te van a decir maravillas de esta época, pero si han perdido esa chispa ¿qué crees que te digan? Probablemente dirán que la Navidad ya no es lo mismo, que se ha perdido la magia, que el mundo no está como para festejarla, que la calidez ya no existe en casa y muchas cosas más; aquí es a donde quiero llegar hoy.


Por si no crees ya en la magia de la cual he estado nombrando a lo largo de esto, seré sincera y hablaré contigo desde el fondo de mi corazón: la magia navideña (esa que suena a cliché de película) aún existe y depende únicamente de ti para verla. Se perfectamente que cada quien tiene sus alegrías y dolores, sé que igual y algo de lo vivido hizo que muy dentro de ti ya no quisiera celebrar estas épocas; los problemas en el mundo pueden llegar a consumirnos que sé también que muchos solo quieren que ya acabe este 2020.

Pero no, aún no acaba ni siquiera el mes de Noviembre y yo no quiero que sigas con los ojos cerrados. Inhala y exhala un momento, cierra tus ojos, escucha el ruido de afuera y ponte a recordar, recordar esa sensación de compartir, de amar, de ser feliz en plena Navidad. Sé que no es nada difícil recordar cuando uno sonrió de verdad, cuando vio ese cielo nocturno lleno de ese aire fresco de invierno o cuando uno iba viendo las decoraciones de cada casa por la que pasaba; no lo es, estoy segura que no es difícil recordar todo eso. Lo que es difícil, mi pequeño lector, es aprender a mantener esa sensación junto a uno mismo.

Esta Navidad sí que es diferente (si lo quieres ver de esa manera) por todo el sube y baja de este año, pero ¿y si el mundo aprendiera a quedarse solo con lo bueno? Dicen por ahí que los recuerdos siempre mantienen vivo a uno, ¿y si solo recordamos los bonitos? Esos que nos hacen querer volver a vivir el momento, a probar esa comida o a sentir aquello. La magia existe, eso te lo aseguro. La magia es fe, es esperanza, es amor, es dar con el corazón. La magia está en los milagros navideños y, sobre todo, la magia está ahí dentro: en ti, en tu corazón, en lo que eres.


Aún falta un tiempo para comenzar Diciembre y, sin embargo, ya empecé mis maratones de películas navideñas (que por cierto, debo confesarte que es un pequeño vicio que tengo jajaja), ya empecé a pensar en todos esos colores que vienen y a soñar con ese “todo puede pasar”. Porque sí, todo puede pasar, hasta lo que crees imposible puede suceder en Navidad. Y sé que, dentro de todo esto, es por cierta personita que viene ya. ¿Estás preparado para esto?

Sin más que decir, me despido por el momento. No te olvides de brillar mucho, de disfrutar vivir y de soñar en grande. Que la mejor de mis vibras llegué hasta tu casita y que las bendiciones nunca falten.

                              ¡Nos vemos en el próximo post! 

                              - Ivanna 

Siendo sincera, tenía planeado subir un post totalmente diferente a este, pero, dadas las circunstancias, decidí cambiar el plan un poco. Hey hey! 😊 ¿Cómo has estado? Yo estoy muy feliz de estar de nuevo aquí contigo después de unos cuantos días 😋🌾 Con tiempos tan caóticos como los que vivimos, pensar negativamente se ha vuelto una rutina nefasta que la mayoría ha adoptado a su vida. Y es que, no es un secreto que el sufrimiento, la impotencia y el dolor que abunda, está presente cada vez más empujándonos a vivir sin sueños.

Samuel Smiles fue un escritor escocés de los años 80’s a quien se le atribuyen muchas obras relacionadas con la autoayuda y el cual mencionó alguna vez que “la esperanza es como el Sol, arroja todas las sombras detrás de nosotros”. ¿Qué sensación tan más grata es esa que hace que lo imposible tenga pequeñas posibilidades? La esperanza, mi querido lector, es algo que siempre resalta en los tiempos de incertidumbre y deja consigo un poco de fuerza para seguir por el camino.

Si lo vemos de cierta manera, la esperanza varía dependiendo lo que se busca. Esta la esperanza por sanar, por no tener deudas, por pasar ese tedioso examen, por cumplir ese sueño, por bailar con esa persona, por viajar lejos, por un mundo mejor o por cualquier otra cosa. La esperanza es un misterio que llega y da paz, da calma a los desesperados que buscan respuestas; es un obsequio que muchos siguen conservando en su empaque y del cual solo unos pocos lo abren.


Ya va, que sí, que tal vez yo no sé por lo que estás viviendo en este momento; tal vez para ti a veces solo digo palabrerías sin sentido y está bien que lo creas, no intento transformarte y hacerte creer cosas de las cuales yo soy devota; simplemente quiero que consideres un poco y que analices que la vida no acaba con los malos ratos y que más bien, al contrario de lo que se cree, la vida cambia si se aprende a crecer y eso implica el pasar por todas las estaciones.

Si tuviera que decirte un secreto, hay una llave maestra para seguir adelante en las dificultades, y esta se basa en una combinación de esperanza y fe hacia eso que crees imposible en algún aspecto. ¿No es gratificante ver como al usar dicha llave la fuerza y valentía se recupera? Avanzar por esta vida puede ser difícil en ciertos momentos y más considerando la sociedad actual, en la que puede volver loco a cualquiera y en donde vivir para “sobrevivir” no termina por ser una vida buena. Sin embargo, ten en cuenta que todo pasa y que todo mejora si uno conserva su esperanza, ese motor que incita a no quedarse tumbado en el piso después de tremenda caída.

La vida cambia y después de lo malo, siempre llega la parte chula. Las lecciones, obstáculos o problemas que experimentamos, ponen a prueba lo que somos: nuestros principios, valores, sueños, fuerzas, motivaciones, creencias. Dios no se aleja y por mucho que nos olvidemos de esa parte, sé que nos manda la pizca de esperanza necesaria para recordarnos que todo, absolutamente todo, es posible si creemos, nos aferramos y caminamos firmes.

Sin más que decir, me despido por el momento. No te olvides de brillar mucho, de disfrutar vivir y de soñar en grande. Que la mejor de mis vibras llegué hasta tu casita y que las bendiciones nunca falten 😊✨

                              ¡Nos vemos en el próximo post! 

                              - Ivanna 


María, María, María; ¿qué tienes Tú que con solo tu presencia puedes convertir el frío en calor? Si pudiera definir a nuestra Madre en cuatro palabras diría que, definitivamente para mí, Ella es: una luz misteriosamente bella. Aunque no es fácil de explicar este misterio de amor, puedo asegurarte que esta bella mujer nos lleva un amor aún más profundo que el mar y un cariño enorme para cubrirnos con ese Manto suyo.

Hey hey! 🐳✨ Es un placer estar de nuevo aquí otro día más para platicar un ratillo contigo 💙 Como bien sabes el día de hoy, 15 de Agosto, celebramos la Asunción de la Virgen María a los Cielos y al pensar en esto el corazón, no solo se me llena de emoción, sino que también brinca alegre por tanto amor.

A lo largo de este tiempo, te he recordado lo mucho que Dios te ama y lo maravilloso que es tener en tu vida a mi buen amigo, entre otras cosas. A pesar de eso y ahora que lo pienso, me parece que nunca he tenido la oportunidad de charlar contigo sobre esta mujer tan bella. María es conocida por muchas cosas: por ser la Madre del Mesías, por decir “sí” sin dudar, por ser la influencer de Dios (como dice el Papa Francisco), etc. Sin embargo; es más que eso.


Cuando pienso en mi Chula, mi Morenita, mi Buena Madre debo confesarte que la sensación que me llega es de amor puro y admiración total. Creo firmemente que es una luz en medio de la oscuridad, es fuego en medio de la tormenta invernal, es comprensión, fuerza y seguridad. María es ese brillo que resalta en cualquier lugar y que abriga a los que se sienten perdidos. Es ese toque de luz que inserta en mí cada vez que hablo con Ella y del cual no sé ni cómo explicarlo. 

Existe una canción que siempre me acompañó en mis tiempos de colegio y que ahora que la vuelvo a escuchar mi corazón se pone a cantar. “Piensa en la Virgen María” es el nombre que lleva, esta canción nos recuerda que como Ella no hay otra igual y que junto a Ella nada tenemos que temer. Y es aquí a donde quería llegar.

Como buenos seres humanos, estamos acostumbrados a sentir miedo cuando las circunstancias lo dictan. ¿Existe una persona en el mundo que no sienta esto? Lo dudo. ¿Es un hábito tonto este que adoptamos? Para nada. ¿Existe algún “hechizo mágico” para no sentirlo cada vez que vamos a tomar riesgos? Si, existe, y yo lo llamo “ir por la vida caminando con María”. 


Ir por la vida junto a María es mucho más que perder miedo. Es sentirte acompañado y listo para cualquier batalla porque lo sabes, sabes que María no te deja ni un segundo y que le habla de ti a Jesús con tanto amor, que Él nunca se olvida de ti. ¿Qué tan dichosos somos para ser tan amados? 

Déjame decirte un secreto: a sus ojos tú eres hermoso, nunca dejes que la vida, las personas y las circunstancias te hagan sentir lo contrario. Así de hermoso y así de amado eres por esa Reina que te estás tardando ya en darte cuenta. Déjate guiar por María, cae en sus brazos y deja que ese Manto cálido te llene de luz cuando más lo necesitas. 

Aprende a abrir tu corazón a aquella gran amiga que te espera: habla con Ella, cuéntale como te sientes en cada momento sea bueno o malo, pídele siempre que cubra con su Manto a los tuyos y a ti, aprende a confiar en Ella plenamente y repitele siempre: ¡Dulce Madre, no te alejes! ¡Tu vista de mí no apartes!

Sin más que decir, me despido por el momento. No te olvides de brillar mucho, de disfrutar vivir y de soñar en grande. Que la mejor de mis vibras llegué hasta tu casita y que las bendiciones nunca falten 😊✨ 

¡Nos vemos en el próximo post! 
                                                        - Ivanna 

 

 PD: te dejo la canción que mencioné arriba por si quieres escucharla, ¡bye, bye! 🤗


No es un secreto que la vida avanza rápido, que el tiempo no espera a nadie, que el mañana es solo una posibilidad más y que la mayoría somos expertos en desperdiciar nuestra vida en cosas como el famoso “¿qué dirán?” o el “si hubiera”. Hey hey! 😋 Otro post más y otro día en el que me complace platicar contigo 😊✨

Considerando lo rápido que avanza este mundo y lo fácil que es perdernos en él, me puse a pensar mucho como usualmente dejamos de lado el decir lo que sentimos hacia nuestros seres queridos y como, algunas veces, adquirimos ese hábito tonto de dañarlos con palabras (que pueden ser muy simples para uno) o con acciones. Si pudiera afirmarte algo el día de hoy es que la vida da vueltas, las personas que queremos están aquí hoy pero mañana quien sabe.

¿Qué tan delicada y fugaz es la vida de alguien para que, de un momento a otro, ya no estén en esta Tierra? ¿Qué tan fácil es herir y tan difícil disculparse? ¿Por qué somos adictos a callar lo que sentimos hacia los demás? ¿Cuándo vamos a entender que dar amor, ser amables y esparcir luz hacia las demás personas es uno de los secretos más curiosos en la vida del ser humano? No sé tú, pero yo no quiero tener 80 años y arrepentirme por no haber dicho lo que siento a mis seres queridos. No quiero que, cuando alguien cercano se marche me quede pensando más en el “si le hubiera dicho esto…” que en lo que le dije. Me niego rotundamente a ser una integrante más de este club creado para las personas que no abren su corazón de maneras tan sencillas


Mi abuela me recuerda mucho aquella frase que mi abuelo solía decir: “dile a la gente lo que espera oír”; en pocas palabras, mi abuelo siempre decía que debemos ser amables con las personas, aunque, ahora que lo pienso, siento que en el fondo él sabía que uno de los secretos para una buena vida es decir lo que sientes con sinceridad y sin miedo al “¿qué dirán”. Sé que él lo supo llevar a cabo tan bien, que coincido mucho con que a veces solo basta con un “te quiero”, un “¡que gusto verte!”, un abrazo, un beso, un “no estás solo porque me tienes a mí”, un choque de puños o un halago para cambiar el día de las personas.

¿Puedo contarte un secreto? El día de hoy es cumpleaños de una persona que, si bien no estuvo presente en mi vida como me hubiera gustado, le tengo un aprecio muy bonito y es por la cual hago este post. Esta personita (que voy a llamar "Persona R") ya no está por esta vida, ahora ve mis locuras desde ese azul interminable y de la cual estoy segura que le faltó decir tanto que tal vez se esté arrepintiendo un poco. ¿Ves a lo que me refería? Las personas se van, algunas vuelven y otras, tristemente, se unen al dichoso azul brillante. No quiero que seas como la Persona R, ni como la mayoría lo es o como yo lo fui pudiendo decirle todo eso que, hasta la fecha, sigo guardando. Tal vez la Persona R me escucha cuando le hablo o tal vez mi buen amigo es quien le ha comentado lo que siento, sin embargo, debo decirte que no es lo mismo hablarle a distancia que haberlo dicho cara a cara.

Así que ama mucho, no tengas miedo de demostrarlo. Se amable con los demás porque nunca sabes por lo que están pasando. Apoya y aprende a escuchar, a veces solo basta un oído y un hombro para hacer sentir bien a las personas. Y, si puedes, ¡halaga mucho! porque eso es algo que no muchos hacen y que, sin duda alguna, llega al alma siempre. No quiero verte en el club de los que callan por miedo a arriesgarse y de los que se quedan parados sin mostrarle al mundo lo bonito que es su luz. Yo ya decidí unirme al club de mi abuelo y a empezar a hacer un poco la diferencia. ¿Y tú? ¿Te unes a nosotros?

Sin más que decir, me despido por el momento. No te olvides de brillar mucho, de disfrutar vivir y de soñar en grande. Que la mejor de mis vibras llegué hasta tu casita y que las bendiciones nunca falten 😊✨ 

¡Nos vemos en el próximo post! 
                                                        - Ivanna 

Antes de que empieces a leer este post, debo recordarte que la chica que escribe este blog es una soñadora más en este mundo (por ende, no te saques de onda si sueno cursi hoy jajaja). Hey hey! 🐝 Ivanna de nuevo por estos rumbos 🧡😊 Ha pasado tiempo ¿eh? Entre el cierre de curso, los benditos bloqueos al escribir y que postergaba y postergaba y postergaba el nuevo post, mi cumpleaños número 21 llegó y con ello una nueva sensación de vida.

Hace tiempo que quería hablar contigo sobre algo que siempre me ha parecido maravilloso: el Cielo. Ese Cielo azul y grande que nunca deja de brillar sea día o noche; ese Cielo que atraviesa el mundo entero y sigue siendo el mismo aquí o en China; ese que recolecta muchas historias con esos paseos en bici o esos deseos a las estrellas fugaces. Ese Cielo que lleva rayitos de luz entre cada una de sus nubes; el Cielo que me reúne con mi vieja amiga la lluvia y que me regala tanta belleza con sus atardeceres veraniegos o sus amaneceres de invierno. 

Un Cielo que me transmite tanto con solo voltear a verlo que, a pesar de ser la única en la habitación, sentirme sola no es algo de lo que padezco. Aquí es cuando me pregunto: ¿qué tan maravilloso es Él que con solo el Cielo me hace sentir fuerte y llena de luz? Verás, vivir en este mundo bajo ese azul puro es un regalo que solo unos cuantos han considerado.


Como siempre, empiezo con algo y acabo reflexionando más de la cuenta. Y es que, ¿cuántas veces hemos volteado al Cielo buscando una respuesta o pidiendo algo? ¿Tal vez volteado para agradecer? O que me dices de esos momentos de felicidad plena en donde volteas al Cielo inconscientemente como diciendo "¡vaya, si que estoy disfrutando esta vida!"; sea como sea, estoy segura de que por lo menos una vez lo has hecho sabiendo que te escuchan.

Déjame te explico a que quiero llegar con todo esto. Sucede y acontece que, como te lo mencioné anteriormente, hace unos días mientras escuchaba los coches pasar por esas calles nocturnas y veía el Cielo estrellado, me preguntaba cuán valioso es el tiempo y que tan bella es la vida que, para continuar, a veces solo basta con voltear arriba. Pueden pasar muchas cosas en la Tierra: puedes tener momentos malos en los que ya no sabes por donde seguir o momentos buenos en los que solo quieres quedarte a vivir; pueden pasar tormentas, días soleados y noches de estrellas en un suspiro. Puede pasar tanto en tan poco tiempo que el corazoncillo puede sufrir unos cuantos mareos. Así de fácil y así de sencillo pueden pasar las cosas, el secreto es confiar en ese azul interminable y saber que no estás solo por esta Tierra tan extensa. Dios siempre está ahí, basta una mirada para sentirlo y un poco de luz para caminar seguros y confiados en este mundo. Cuando creas que no puedes más, ese azul del que tanto hablo es el secreto por el cual siempre has podido continuar y avanzar; no te agites más y no tengas miedo porque al final del día este mundo siempre avanza bajo su Cielo.

Sin más que decir, me despido por el momento. No te olvides de brillar mucho, de disfrutar vivir y de soñar en grande. Que la mejor de mis vibras llegué hasta tu casita y que las bendiciones nunca falten 😊✨ 

¡Nos vemos en el próximo post! 
                                                        - Ivanna 


¿Alguna vez te has preguntado cómo es el corazón de Jesús? Junio es el mes perfecto para acercarse y conocer dicho corazón. El Sagrado Corazón de Jesús es algo con lo que la mayoría de nosotros hemos crecido, nos recuerda el amor infinito que mi buen amigo nos tiene a cada uno de nosotros y que confiando en Él todo se puede.

Hey hey! 😊 De nuevo Ivanna por estos rumbos para platicar un ratillo contigo. "Sagrado Corazón de Jesús, en vos confío" es algo que repito muy seguido y que digo todas las mañanas al comenzar mi día; desde mi perspectiva es una de las cosas más maravillosas y bonitas que tenemos en nuestra fe: ¡es el corazón de alguien que nos ama y en quién podemos poner toda nuestra confianza! ¿Apoco no es maravilloso? Quiero decir, ¿quién en sus 5 sentidos es capaz de amar así sin prejuicios? Solo Él, solo mi buen amigo y su corazón incondicional para calentarnos en el frío. 

Sin embargo, algo de lo que me puse a pensar mucho, antes de escribir este post, es en el hecho de que la mayoría de nosotros no sabemos bien de donde viene todo esto. Leyendo un par de artículos, llegué a uno de Catholic.net (que por cierto, si quieres leerlo completo da click aquí) en el que nos habla sobre este tema en concreto. En dicho artículo podemos encontrar desde la explicación de esta fiesta hasta una oración para consagrarnos a Él; sin embargo, dentro de lo que leí hubo algo que dio justo en el blanco: "nosotros podemos demostrar nuestro amor al Sagrado Corazón de Jesús con nuestras obras: en esto precisamente consiste la devoción al Sagrado Corazón de Jesús" (Catholic.net).


¿Qué tan fácil es amarlo que para demostrárselo es solo con nuestros actos? No sé tú, pero a mi me parece una cosa muy sencilla amar a mi buen amigo. Uno puede hacerlo dando amor a las personas, respetando las diferencias, perdonando sin guardar rencor, siendo bondadoso o humilde; amarlo es saber dar tanto en acciones tan sencillas, que ver como nos hemos complicado la vida en aprender eso me parece una tontería. 

Y es que, de verdad, ¡Jesús nos ama muchísimo! ¿Cómo es posible que no podamos entender esa maravilla tan bella? ¿Cómo es posible que nos sintamos solos aún con tanto amor? ¿Cómo es posible qué tengamos esa costumbre de alejarnos cada vez que cometamos pecado? No quiero volver a soltarte la letanía de lo que pienso va mal con nosotros los seres humanos, simplemente quiero que analices tu vida y veas todo el amor que tienes en ella en esas cosas tan sencillas como la risa de mamá, el consejo de la abuela, las historias con los amigos, el "que bien te ves hoy" o el simple atardecer en tu ciudad; todas esas cosas son la manera más chula de sentir ese amor sin medida. Y créeme, cuando aprendas a sentirlo o que para dar amor no se necesita nada más que un corazón lleno de luz; sabrás porqué eres tan bendecido de tener en tu vida a mi buen amigo Jesús.

Sin más que decir, me despido por el momento. No te olvides de brillar mucho, de disfrutar vivir y de soñar en grande. Que la mejor de mis vibras llegué hasta tu casita y que las bendiciones nunca falten 😊✨ 

¡Nos vemos en el próximo post! 
                                                        - Ivanna 

Ayer, mientras leía un poco y escuchaba mi playlist de música católica / cristiana, "Un Viaje Largo" de Marcela Gandara empezó a sonar y de un momento a otro ya estaba hundida en mis pensamientos (de nuevo). Hey hey! 🌼🤓 Después de haber tenido días llenos del famoso "bloqueo del escritor", aquí estoy otra vez para platicar un ratillo contigo.   

Te cuento que Marcela Gandara es el nombre de una de mis cantantes favoritas dentro de la música cristiana, sus canciones siempre han sabido como hacer vibrar mi corazón y el hecho de que sea mexicana, igual que yo, lo hace aún más especial. Dentro de dichas canciones, hay una en específico que supo consolarme cuando estaba rota por dentro. "Un Viaje Largo" habla, como su nombre lo dice, de ese viaje que uno hace después de tanto tiempo para llegar a ese destino buscado: los brazos de Dios. 


Aquí es cuando empiezo a ser muy sincera contigo. Verás, durante mucho tiempo anduve viajando por ahí sin rumbo alguno, ya sabes, de esas veces en las que solo avanzas por inercia pero no sabes ni porqué ni cuál es el destino ni cómo has llegado hasta ahí, solo avanzas y ya. Viajé lejos y me perdí durante el camino, quedé varada en medio de la nada y todo porqué decidí viajar sola, sin Él. Ya va, voy a explicarme mejor que no quiero confundirte; como cualquier otro ser humano que pasa por este mundo, he tenido momentos malos y buenos. Uno de esos momentos malos, en donde la tormenta no deja de caer, me rompí totalmente. La Ivanna que yo conocía, llena de luz, de fuerza y de optimismo, se había ido junto con mi relación con Dios. 

Iba a misa sin estar presente, rezaba sin sentir nada, creía por costumbre y de mi buen amigo ya ni se diga, a Él, lo había abandonado completamente. Pasar por una "crisis espiritual" es algo que, desde mi perspectiva, te transforma y te confirma lo débil que es el ser humano y lo grande que es Diosito por no abandonarnos ni un segundo; y es que, algo que me sorprende hasta la fecha, es esa sensación que siempre tuve en la que me decía que no estaba sola a pesar de que yo no quería compañía, esa sensación de la que estoy segura era Él. 

Dicen por ahí que cuando uno comparte sus preocupaciones con los amigos éstas se dividen en dos y aquello que preocupa deja de ser tan grande como se pensaba; pues bien, sucede que yo tengo una tonta costumbre que hace que, lo mencionado anteriormente, no cuente para mí: soy la clase de persona que nunca habla sobre sus problemas, sobre lo que le pone triste, sobre lo que le duele hasta que todo pasa. Me guardo todo para mí misma y un día por cosa de nada acabo explotando tanto, que la manera de mostrarlo son las lágrimas. Cuando uno es así, en tiempos donde la tormenta es dura y el lugar se inunda más y más, enfrentarse solo es la "mejor opción" y olvidarse de aquel quién todo puede se vuelve un hábito muy recurrente. 


Entonces, ¿qué pasa cuándo uno vuelve después de estar varado durante tanto tiempo? Desde mi experiencia, eso es algo que va poco a poquito, no es algo que pasa de la noche a la mañana y cuando ocurre, uno simplemente abre los ojos y se da cuenta de dónde y con quién está parado. Que incongruencias de la vida tan más simples: mientras yo abandoné a mi buen amigo, Él nunca lo hizo. Estuvo conmigo siempre: en cada paso que dí pero nunca lo quise ver y, ¿sabes algo?, eso es lo que pasa usualmente en la vida de cada ser humano: nos creamos esa idea tonta de que solos podemos con todo y que, en algunos casos, no lo necesitamos ni un poquito. Error grande.

Avanzar bajo la tormenta, resistir hasta que el Sol salga y no romperse en el camino es algo de lo que se puede salir ileso si aprendes a dejar tus preocupaciones en sus brazos y a confiar totalmente en que la mejor fuerza es Él. Cuando el corazón lo busca, tarde o temprano uno siempre vuelve a donde pertenece. A pesar de que sigo reconciliándome con Él y conmigo, pude regresar después de andar por ahí en medio de la nada y si yo pude, tú también. 

Queda mucho por contar sobre esta travesía, sin embargo, dejaré este post por aquí y te diré algo más antes de despedirme: nunca nunca nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo, mi buen amigo siempre está esperando a que llegues y empieces a remar con Él, grábate eso.

Sin más que decir, me despido por el momento. No te olvides de brillar mucho, de disfrutar vivir y de soñar en grande. Que la mejor de mis vibras llegué hasta tu casita y que las bendiciones nunca falten 😊✨ 

¡Nos vemos en el próximo post! 
                                                        - Ivanna 

PD: te dejo está interpretación acústica de la canción por si quieres escucharla, ¡bye bye! 😊

  

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CHARLAS DE AMOR

"CHARLAS DE AMOR" nace de la idea de dejar una huella en el corazón de las personas por medio de las palabras; caminando de la mano de mi fiel amigo Jesús, esto es más que una joven de 26 años detrás de su computadora.


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